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acueducto 2 特集「エミリオ・マルティネス・ラサロ 」

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“映画監督以外の人生は考えられない 映画を作りたかった”


Clara Martínez-Lázaro

Verónica Sánchez, Emilio Martínez-Lázaro y Marta Etura. Rodaje de la película “Las 13 rosas”.

 映画監督とは、どのような職業なのでしょうか?ある人は、映画監督はサーカスの猛獣使いのようだと喩え、またある人は、映画における視覚責任者であると言います。また、カメラよりも俳優の指導に比重を置く人もいます。つまりは、観客の心を動かす事を目的として、人間の感情について、ドラマ調、コメディ調、冒険もの、またはファンタジー調で、語る人のことです。

 エミリオ・マルティネス・ラサロは、映像、俳優達、そしてもちろんストーリーについて、好んで注意を払います。撮影チームのメンバーを大切に扱い、また彼らの意見に耳を傾けます。彼は思索家、観察家として監督の椅子に座りながら、カメラの前と後ろで起こることを分析します。カメラの前で起る事が映画を決めますが、カメラの後ろでは、映画の筋が練られ、決断がなされ、カメラに向って演技をしている俳優達に信頼感を与えているのです。

 映画のストーリーは、文学のそれと同様、フィクションの要素に溢れ、時には、現実を真似たり、誇張します。また多くの場合、現実から着想を得ており、監督は観客がこの虚構を信じられるよう調節する役割を果たします。しかし映画とは、撮影チームのメンバーのたゆまぬ協力が不可欠で、その製作が複雑で難解なパズルのようなものです。1人で映画を作る事はできませんが、他の人と協力する姿勢、能率、プロ意識、そして良いムードを備えた監督がいれば、チームのメンバーは、彼に頼る事ができます。

 エミリオ・マルティネス・ラサロの作品“Amo tu cama rica” 、“Los peores años de nuestra vida”、“El otro lado de la cama”や“Los dos Lados de la cama”は、彼をコメディ監督のジャンルに位置づけました。

 彼の最新作 “Las 13 rosas”は、スペイン内戦後のフランコ政権によって銃殺された若い女性達の物語です。エミリオはこの撮影を通じ、ドラマ的な映画と対比して、コメディ作品の持つ複雑さについて考えました。

 ユーモアのあるシーンが複雑である理由は、そのシーンについて作り出される不確かさと関係があります。冗談やギャグがウケるかどうかは、人物描写的なシーンで観客が起こす反応より予測しにくいのです。なぜなら、量的な困難(俳優たちは舞台で度を越さない程度にドラマ的に振舞わなければならない)は伴うにせよ、ドラマ的な作品で観客はドラマ的なシーンそれ自体を認識できるからです。

 エミリオ・マルティネス・ラサロが一番多く製作してきたジャンルであるコメディは、俳優達にとってもわからないことだらけの分野です。もしも、私たち全員に、ドラマチックな話を語って聞かせる能力が備わっていたとしても、全員が全員ジョークを上手く語ることはできないでしょう。だからこそ、コメディの撮影は危険であり、同時に面白いのです。それは、リハーサル、撮影、そして俳優たちとの仕事を通して作られていくからです。そして、撮影が終了してもまだ完成した作品が面白いかどうか知ることはできません。映画館で観客が笑ったときに初めて、うまくいったと言えるのです。

 コメディの撮影の時には、撮影日程は、それほど厳しくありませんが、それは撮影時間が短いからというわけではありません。1日あたり12時間を下回ることはほとんどないからです。時には、あるシーンの熱気が、見えない壁を越えてカメラの反対側にいる人々に伝わることがあります。俳優達の演技は、撮影チームの心をつかみ、チームのメンバーは、そのショットが続く僅か数秒の間(笑ったり泣くには十分な時間)、そのシーンに参加し、観客となるのです。こういったことは、実際に作品が封切られた時に想定できる観客の反応を見積もることができます。

 エミリオは、“El otro lado de la cama”を撮影中、この映画に含まれるユーモアの効き目が未知数であることをいかに心配していたか思い出します。ある朝、繊細なシーンの撮影時に、カメラアシスタントがリハーサルの途中で笑い出し、エミリオはこれが良い兆候になり得ると思いました。笑いは次第に伝染してゆき、俳優達、またエミリオ当人までもが、作っている映画についていくらかの自信を得たのです。

 映画“Las 13 rosas”では、同じようなことが、全く違う次元で起りました。それは、8月の雲一つない暑い日にアルムデナ墓地近くの空き地で、女性達の銃殺シーンを撮影していたときのことでした。実際の出来事に基づく話の感動と、女優達の集中力がチーム全員にまで伝わりました。そこにいた人々が涙を流し、その中には銃殺隊の兵士役の人々も含まれていました。彼らはその時、本当の兵士であり、また本物の涙を流していたのです。

 その時、その事件の記憶の歴史的重大さがフィクションに重なり、そこにいた我々は、残念なことに事実であるあの悲劇の主人公たちに静かに黙祷を捧げたのでした。

 様々な例にみられるように、映画というものは、見る人の感情を呼び覚ますためのものです。撮影の指揮を取る時は、監督は観客の役割を捨てなければなりません。しかし、全体の展望を失わないために客観的にではありますが、観客の役割に一瞬戻ることがあります。

 エミリオの撮影には常に良い雰囲気が存在し、それが冬でも夏でも厳しいマドリードでのロケのつらさを和らげます。

 また、彼の映画にはいつも美しい女性達が登場するという人もいます。このことはおそらく撮影を楽しいものにしているでしょう。よい雰囲気と忍耐力によって、監督や俳優の集中は容易になります。少なくともチームの大部分は、集中力を維持しながら帰宅し、僅かな時間を翌日の日程が始まる前に休息するために割り当てるのですが、家についたとたんに切り替えることは非常に難しいのです。

 撮影がある時期は、映画監督には殆ど私的な時間はありません。私の父が何度もこう言うのを聞いた事があります。“映画に情熱をかけられないのなら、映画に従事してはいけない。”

 彼は、言います。“もし映画を作っていなければ、何になっていたかわからない。自分の人生を他の形では想像できないのだ。”と。

 

En qué consiste ser director de cine. Algunos de ellos lo describen como ser domador de un circo. Otros, como estar a cargo de lo visual en una película, otros se preocupan más de dirigir a los actores y menos de la cámara. En definitiva, se trata de estar al cargo de contar una historia sobre las emociones humanas, en clave dramática, de comedia, de aventuras o de fantasía. El objetivo, emocionar al espectador, como sea.

A Emilio Martínez-Lázaro le gusta estar pendiente de la imagen, de los actores y, cómo no, de la historia que está contando. A su equipo lo mima y lo escucha. Desde su silla de pensador y observador, el director analiza lo que pasa delante y detrás de la cámara. Lo que pase delante de la cámara definirá la película, pero detrás se van tirando de los hilos, se toman decisiones, se transmite confianza a aquellos que están dando la cara al otro lado.

Emilio Martínez-Lázaro explica a las actrices Nadia de Santiago, Verónica Sánchez y Teresa Hurtado el movimiento de la cámara durante una escena de acción donde ellas tendrán que salir corriendo para huir de las fuerzas del orden. Los personajes lanzan octavillas contra el régimen de Franco. Los figurantes esperan instrucciones en el fondo, vestidos y maquillados para la época, el Madrid de 1939.

Una historia cinematográfica, como las literarias, está llena de elementos ficticios. A veces imitan la realidad, a veces la exageran. Casi siempre se inspiran en ella. El director se encarga de controlar que esa mentira resulte creíble. Es un rompecabezas complejo en cuya construcción es imprescindible la colaboración entregada de los miembros del equipo. Y es que uno solo no puede hacer una película. Aunque sí puede depender del director que se trabaje en armonía, con eficiencia y profesionalidad, pero también con buen humor.

Comedias como “Amo tu cama rica”, “Los peores años de nuestra vida”, “El otro lado de la cama” y “Los dos lados de la cama” han colocado a Emilio Martínez-Lázaro en el universo de los directores de cine de comedia.

“Las 13 rosas”, su última película, es un drama que cuenta la historia de un grupo de chicas jóvenes que fueron fusiladas por el régimen de Franco con la guerra civil ya terminada. Emilio reflexionaba tras el rodaje acerca de la complejidad que supone rodar una comedia, como contraste al rodaje dramático.

El por qué de la complejidad de las escenas de humor tiene que ver con la incertidumbre que se crea en torno a ellas mismas. La acogida que tendrá un chiste o un gag es más impredecible que la reacción que producirá en el espectador una escena dramática pues, a pesar de que también acarrea dificultades de tipo cuantitativo (cuánto de dramáticos han de estar los actores en la escena para no pasarse), sin embargo el espectador conoce y distingue una situación dramática por sí misma.

La comedia, género que más ha practicado Emilio Martínez-Lázaro, es un mar de dudas, también para los actores. Si bien todos somos capaces de relatar una historia dramática, no todos podemos contar chistes. Por eso las comedias resultan tan arriesgadas y al mismo tiempo tan excitantes de rodar, pues es en los ensayos y en el rodaje, en el trabajo con los actores, cuando se van creando. Y aún cuando están terminadas, todavía no se sabe si la cosa tendrá gracia. Sólo cuando por fin ríe el público en el cine, se puede decir que iban por buen camino.

Cuando se rueda una comedia la jornada se hace menos dura, no porque tenga menor número de horas, pues de doce horas diarias no suelen bajar. A veces sucede que la intensidad de una escena traspasa la barrera imaginaria que se alza al otro lado de la cámara. La interpretación de los actores sobrecoge al equipo técnico, que se convierte en público. Son espectadores, durante los escasos segundos que dura el plano, tiempo suficiente para reír o llorar, para hacerse partícipes del espectáculo. Estos testigos son un referente para valorar una posible reacción del público una vez estrenada la pieza.

Durante el rodaje de “El otro lado de la cama”, Emilio recuerda cómo todos cargaban con el peso de la incógnita acerca de las dosis de humor contenido en la película que estaban haciendo. Cuando una mañana, durante el rodaje de una delicada escena, por las razones ya expuestas, el maquinista rompió a reír durante un ensayo, Emilio pensó que aquello podría ser una buena señal. Su risa se contagió y los actores y el propio Emilio tomaron cierta confianza en lo que estaban creando.

Pedro Costa, el productor. Sentados, Emilio Martínez-Lázaro y Jose Luis Alcaine.

En “Las 13 rosas” sucedió algo parecido, pero en una dimensión diferente. Fue cuando se rodaba la escena del fusilamiento de las chicas. Era un día caluroso de agosto, en una explanada soleada, cerca del cementerio de la Almudena. La carga dramática de la historia, inspirada en hechos reales, y la concentración de las actrices, contagió al equipo entero. Se vieron lágrimas, incluidas las de los soldados del pelotón, que dispararon armas de fogueo. Ellos eran soldados de verdad. Y lloraron de verdad.

En aquella ocasión la trascendencia histórica del recuerdo de aquel evento se impuso sobre la ficción y los que estábamos allí homenajeamos en secreto y en silencio a las protagonistas de la, desgraciadamente, tragedia real.

En uno y otro ejemplo, el cine pretende despertar emociones en el espectador. Cuando se está al mando de la historia, el director ha de abandonar su papel de espectador pero a ratos, recuperarlo, siempre desde la objetividad, para no perder la perspectiva.

En los rodajes de Emilio hay siempre muy buen ambiente, lo que ayuda al trabajo, que en días de exterior, igualmente duros en el invierno y el verano madrileños, se hacen difíciles.

También algunos comentan que en las películas de Emilio hay siempre bellas mujeres, lo cual seguramente ameniza las jornadas. El buen humor y la paciencia son buenos cómplices que facilitan la concentración del director, y de los actores, que resultan a veces tan vulnerables frente a la cámara. Esta concentración se va a casa con ellos, al menos con la mayoría del equipo, que dispone de escasas horas para descansar antes de reanudar la jornada al día siguiente. No es sencillo desconectar al llegar a casa.

En época y tiempo de rodaje sobra poco espacio para el resto de la vida del trabajador del cine. Si hay una cosa que he oído decir varias veces a mi padre, es esto: “Si no te apasiona el cine, no te dediques a ello”.

Por su parte, comenta que si no hubiera hecho cine, no sabe qué habría sido de él. No imaginó su vida de otra manera.

Presentación de “El Otro Lado de la Cama”.

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